Inspirada en los estudios de los flujos y corrientes del aire y del agua y su interrelación con los ritmos de la tierra, voy profundizando en mi obra y en mi vida en la necesidad de la quietud interior, expresada en el aliento y la respiración consciente, tal como la entiende el mundo oriental. Surge así la exhibición …Aire, Viento, Aliento… (La Galería, 1999), que habla de los movimientos rítmicos de la vida. Los conceptos de vacío y silencio animaron esta obra. Establecí varias relaciones y tensiones: al interior de cada dibujo, entre los diferentes dibujos y en el montaje, lo que ayudó a configurar un ritmo que mantenía unido el todo. Me interesaba crear un espacio en el que el espectador pudiera sentirse, de cierta manera, en resonancia con una parte interna de sí mismo.
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